En Los ritos del agua, d’Eva Gª Sáenz de Urturi, nos encontramos con los mismos protagonistas de El silencio de la Ciudad Blanca, pero ahora deberán hacer frente a otro asesino en serie que también se acerca a Unai, conocido como Kraken. Un asesino que se remonta a cuando el tenia 17 años y pasó un verano en un campamento, con sus amigos de toda la vida, trabajando en la reconstrucción de un poblado antiguo.
La novela contiene tantas muertes como en la primera, pero ahora la maternidad y la paternidad están en juego y además, el asesino es camaleónico.
Unai arrastra secuelas de cómo acabo la primera novela. Si en aquella Alba tenia el asesino en casa, ahora Unai conoce personalmente las víctimas.
En esta historia se mezclan la cultura prehistórica y la muerte. Todo con giros inesperados y que te atrapan, con ganas de continuar leyendo hasta el final.
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